Siempre en mi recuerdo, HERMANO.
Son ya dos largos años desde tu partida.
Y durante tantos días han ocurrido cosas en nuestras vidas, de las que tu deberías haber formado parte; en las que tu deberías haber participado.
Pero eso no ha sido posible.
Lo que si te aseguro es que, en cada momento que yo he vivido durante tu ausencia has estado presente en mi recuerdo con la nostalgia propia de no tener cerca a quien se quiere. A quien se necesita.
Me has hecho falta en muchas ocasiones y ello ha provocado que afronte distintas situaciones teniendo muy en cuenta tus consejos y opiniones. Tenias razón.
Son tantos los recuerdos, tantas las situaciones vividas...
Es tan injusta la vida...
Ha sido un privilegio conocerte, tratarte y quererte y esa realidad me mantendrá siempre unido a ti y a tu recuerdo.
Recibe allá donde estés mi ABRAZO ETERNO.